La Pajarita es la bombonería más antigua de la capital; abrió sus puertas en 1852 en la Puerta del Sol y se ganó poco a poco el cariño de la gente con sus caramelos clásicos -ya ofrece 17 sabores-, los de violeta -los auténticos y originales- y los bombones de pajarita de chocolate. La fundó Vicente Hijós Palacio y su mujer Lorenza Aznárez; hoy, con sede en la calle de Villanueva, lleva las riendas su tataranieta Rocío Aznárez y su marido Carlos Lemus. "Hacemos nuestros productos de la misma forma que cuando empezamos", cuentan. Y ahí radica, en buena medida, su encanto.